Para su elaboración, se pulió un 35 % del arroz Yamada Nishiki, considerado el de mejor calidad y cultivado en Mirai (Prefectura de Hyogo).
Después de fermentar lentamente, se separó el sake de las lías mediante el método "Enshin shibori" (separación centrífuga) a baja temperatura. Al degustarlo, su paladar quedará impregnado del umami que revela el arroz. Disfrutará de un sake de textura suave, pura y hermosa.
La palabra "Akatsuki" significa "nuevo amanecer" y hace referencia a la innovación que supuso este sake.
Es la esencia del Nihon shu, pues solo contiene un 8 % de mosto después de ser filtrado.
Su aroma es dulce y sabroso y aporta una clara redondez y cuerpo al paladar. Este sake combina un perfecto y delicado equilibrio de sabores y aromas que dan paso a un umami de alta calidad.
Este Gonzenshu Akatsuki de color amarillo pálido le atrapará desde el primer momento, quedando impregnado por su aroma. Se caracteriza por ser varonil, mineral y de gran complejidad. Su fragancia es sutil, discreta y fresca.
Desde un primer contacto, podrá apreciar sus acentos florales (lirio del valle), sus toques de frescor a manzana verde Granny Smith, piña, anís verde, cítricos, melocotón, moscatel, plátano e incluso sus pequeñas notas a heno. Su olor es potente, concentrado y marcado.
Un sake ligeramente mineral, salino, muy similar a un Meursault. Su aroma es prolongado (2-3 min), intenso, está desarrollado a la perfección, sin un fuerte sabor a alcohol, con notas a bayas silvestres, gran riqueza, agradable equilibrio, armonía sorprendente, máxima pureza, delicada textura, agradable acidez, sutil amargor (en ocasiones recuerda a la ciruela mirabel), ligereza, final de boca largo, especiado y mineral.
¡Un «grand cru»!
Nuestra combinación perfecta: al diluirlo con champán (20 % Akatsuki y 80 % champán) obtendrá un resultado sorprendente. El sabor y el aroma del champán recuerda a los de la cosecha. Es casi imposible detectar el sabor a Gozenshu Akatsuki. Los conocedores de la gastronomía japonesa pueden mojar sus manos con este Gozenshu Akatsuki antes de comenzar a preparar sus onigiri (bolas de arroz) para aportarles un aroma delicioso.
También puede impregnar un paño con esta bebida y envolver con él una buena costilla de ternera durante 72 horas para cocinarla lentamente y dejarla medio hecha.
Otra idea sorprendente: vacíe el primer jugo de una buena ostra y vierta en ella una medida de Akatsuki. Impregne su boca con el Gozenshu y degústela inmediatamente. La combinación es perfecta, el yodo de la ostra y el Gozenshu permanecen en la boca durante un largo periodo de tiempo de forma extremadamente agradable y equilibrada.