Está pensado para ser bebido en taza pequeña como el sake de forma que su excelente aroma no interfiera con el de la comida, sino que lo complemente con un sabor puro y refrescante. Tiene gran acogida entre las mujeres japonesas a las que no suele gustarle el aroma rústico del schöchü de patata.
Se diferencia de la ginebra en que se elabora a partir de varias plantas. Su aroma es dulce y su sabor herbáceo.
Por su sensación refrescante, combina a la perfección con platos grasos o muy sabrosos. Puede disfrutar de esta bebida con hielo, en un cóctel o con una tónica.
Las plumas de su etiqueta representan el "Yatagarasu", la encarnación del sol, y sus tres extremidades el cielo (Dios), la tierra (entorno natural) y el hombre (ser humano). Las flores y las hojas que se muestran bajo las alas representan el kuromoji.
El Kuromoji (Lindera umbellate) es un arbusto de hoja caduca ancha que crece en los bosques de Japón. Tradicionalmente, sus ramas son usadas como palillos para degustar pasteles en las ceremonias de té.
También se le conoce bajo el nombre de "Ushou". La ciencia japonesa ha demostrado que aporta beneficios gastrointestinales a nuestro organismo.
El aroma refrescante de las hojas y la corteza de este arbusto ha despertado interés entre algunos restaurantes franceses y japoneses con estrellas Michelín y han decidido incorporarlo en sus cocinas.
La sensación refrescante se debe a su contenido en linalool, una sustancia que también contiene el palo de rosa, tradicionalmente usado para hacer perfume, y la camelia.
Se ha demostrado que el linalool tiene propiedades relajantes, por lo que es un elemento muy común en los aceites esenciales.
El Kuromoji es la materia prima del Schöchü Kuromoji y podemos encontrarla en abundancia en los bosques naturales de Hikimi, una región famosa desde la antigüedad por el cultivo de rábano picante.
"Ushou Morinoka" podría traducirse por "sake del bosque", se trata de un término que proviene de la hierba medicinal Kuromoji, "Ushou", y del refrescante aroma del bosque.